Toda buena historia cuenta la historia de un héroe que, enfrentado a un gran desafío, supera los obstáculos con bravura. Errores y aciertos, así como guías y villanos, forman parte de la trama y suelen avalar la evolución del protagonista. De spin-off a multinacional, algo similar a las narrativas más emocionantes le ha sucedido a Ativy en la última década. Era una vez… dos soñadores. Entusiastas de la innovación. No contentos con el presente. Apasionados por el futuro. Emprendedores por vocación, prósperos por dedicación. En el último milenio, en 1998, un propósito de vida dio lugar a una empresa que se planeó, desde el principio, para cambiar el mundo a través de la tecnología, una persona por vez. Ativy nació como un spin-off de Ascenty, hoy una referencia en infraestructura de centros de datos en América Latina. El pronóstico, considerando las estadísticas brasileñas, no era precisamente prometedor: El 74% de las startups brasileñas cierran después de cinco años en operación¹. La tecnología, de hecho, nunca fue solo encanto. La buena noticia es que los pequeños pasos, cuando se toman enérgicamente, también conducen al destino deseado. El viaje es largo y los desafíos son constantes, pero las empresas adecuadas y la visión del horizonte, que resalta los impactos positivos de un propósito genuino, ayudan a que el viaje sea más sencillo. Y aún más gratificante. Al contrario de lo que suele ocurrir en las fábulas, no hubo una fórmula mágica en el crecimiento de Ativy. La verdadera magia ocurre a diario, cuando las mentes creativas se ensucian las manos, unidas por un noble objetivo: humanizar a las empresas para empoderar a las personas. Entonces, juntos, escribimos nuestra historia. En 2020, nuestras líneas, que van más allá de los códigos, cruzaron fronteras. En un primer movimiento de internacionalización, llegamos a México y nos expandimos a otros países del Cono Sur. Y esto es sólo el principio: Norteamérica y Europa ya están en nuestro mapa y, sin duda, serán los próximos escenarios de la trama. La moraleja de la historia es que, de spin-off a multinacional, han pasado muchas cosas. Llegamos aquí sin un guion validado, pero con la implacable necesidad de aprender y ejecutar la estructura correcta. A partir de ahora, seguiremos con las mismas ganas de explorar lo desconocido, siempre emocionados por todo lo que aún nos queda por descubrir. Prepárate: los siguientes capítulos reservan grandes aventuras.
